Dicen que varios de los que estaban en el saloncito donde Poggi se encerró con los únicos testigos periodísticos Miranda y Pascuarelli, les dió más bronca, cuando habló de su pensamiento.
El trabajo dignifica, les dijo el cordobés a sus adeptos y anticipó su pensamiento a la realidad, nombrando como ñoquis a su mujer en e Senado y a su cargo.
La verdad es que hablar con ese desparpajo y nombrar a tu mujer como ñoquis es por lo menos antético, más allá de lo vergonzoso.
Con singulares personajes que se miran uno con otro a ver cuando se toma el barco cada uno hacia el P.J., hartos de la mirada del coirdobés que solamente quiere a quienes no lo critican, razón por la cual perdió a su principal armador Eduardo D Onofrio y un sinúmero de dirigentes, Avanzar, bebió de su propia medicina, donde por sospechas se mira a cualquiera con desconfianza o se lo aprieta, como hizo el mismo Poggi con un militante de Belgrano de apellido Rosales.
Es repugnante tener un líder que te dice que el trabajo dignifica y a la vez nombra a su mujer de ñoquis, le dijo Luis, un militante de Avanzar que está próximo a irse.
Ver a éste personaje hablar de moral, de conductas éticas o políticas como si fuera impoluto, es vergonzoso, habría dicho Angel Rafael Ruiz, cuando escuchó al cordobés, llenarse la boca.
Lo cierto es que Poggi, lanzó su campaña a 2019, donde seguramente va a tener que competir con Walter Ceballos en la interna, con un slogan de trabajo que hasta hoy al único o a la única que ha dignificado es a Sandra Correa de Poggi y su familia, nos dice un allegado a D Onofrio.