Opinión:Alvarez Pinto: la doble moral y los negocios inmobiliarios de Mario Nicoletti

Opinión:Alvarez Pinto: la doble moral y los negocios inmobiliarios de Mario Nicoletti

LA DOBLE MORAL Y LOS NEGOCIOS INMOBILIARIOS DE MARIO NICOLETTI

 

Frente al comunicado emitido por la agrupación Juvennat, considero necesario responder con claridad, firmeza y datos concretos.

 

Reafirmo y ratifico cada una de mis declaraciones realizadas en los días previos a las elecciones. No se trató de una expresión agresiva, sino de un llamado de atención ante la hipocresía y la doble moral de ciertos referentes que se presentan como paladines de la defensa ambiental, pero que, en su práctica cotidiana, actúan de forma absolutamente contradictoria. 

 

Si bien intentaron generalizar mis dichos, es importante esta instancia para aclarar que no todos son iguales, por ende, destaco, valoro y felicito a los ambientalistas que luchan desde la honestidad y el ejemplo. 

 

El Sr. Mario Nicoletti, quien figura como “asesor” de la agrupación Juvennat pero tiene participación activa en todas sus acciones públicas, encarna esa contradicción. Hace tiempo que arma comisiones donde no tiene responsabilidad directa pero manipula a sus miembros a decir sus propias palabras, “actuando” desde atrás. 

 

Mientras exige al Estado y a los privados el cumplimiento riguroso de las normas ambientales, él mismo presenta planos en el Municipio que, según documentación preliminar, no reflejarían con fidelidad la realidad constructiva ni el uso final de sus edificaciones. 

 

Dónde dice “deposito”, "asador" o “garage” habrían unidades habitaciones con fines de lucro, e incluso más de las permitidas. A simple vista, de una mirada externa desde la vía pública y aérea, se puede apreciar la posible irregularidad, donde se contabilizan al menos 20 unidades habitacionales, con la contaminación que ello genera en relación a los consumos de agua, servicios y emisión de líquidos cloacales. 

 

De confirmarse lo denunciado, estaríamos hablando de la transfugueada inmobiliaria más importante de la Villa y el caso de contaminación por sobrecarga del suelo más dañino del centro de la Ciudad. Varias veces escuchamos decir que Mario Nicoletti deja el monte nativo y no corta los yuyos en su casa por conservación, yo digo que hace eso para que desde afuera no se puedan observar las irregularidades y las ilegalidades que acostumbra realizar. 

 

Dónde debería haber respeto por las ordenanzas de uso del suelo, hay posibles violaciones. Esa es la incoherencia, la doble cara, que señalé, y volvería a señalar.

 

Por ese motivo, presentaré una nota formal ante Concejo Deliberante solicitando que se inicie una urgente investigación sobre las posibles inconsistencias y omisiones en las declaraciones presentadas por el Sr. Nicoletti en su carácter de propietario, ya que podrían configurar faltas graves en términos de planificación urbana, uso del suelo, contaminación por sobrecarga demográfica y habilitaciones comerciales encubiertas, solicitando que dicho informe esté disponible para la sesión verde del próximo 5 de Junio. 

 

A esto se le suma que también estaría incurriendo en evasión fiscal, ya que estaría ejerciendo el negocio inmobiliario sin declarar y sin facturar. Lo que se le exige a todo el mundo, Mario Nicoletti lo evade. 

 

Las ONGs cumplen un rol vital en la sociedad. Pero no están por encima de la ley. Y mucho menos sus miembros pueden gozar de una impunidad selectiva mientras dictan cátedra moral en los medios, en la Banca del Vecino o en cualquier lugar. 

 

La defensa del ambiente requiere, antes que discursos rimbombantes, coherencia ética y legalidad. No alcanza con predicar. Hay que cumplir. Y quienes no lo hacen, deben rendir cuentas como cualquier ciudadano.

 

Hace tiempo que este Sr dejo de ser un referente ambiental para mi, y me atrevería a decir que para muchos, y lamento eso, realmente creía en su mensaje. Siendo intendente pude comprobar sus denuncias selectivas, cuando el posible infractor era el Municipio salía por todos los medios denunciando y ensuciando, cuando era el Alberto con todo su aparato, su silencio era aturdidor. 

 

Y a quienes se alarman cuando se los señala con nombre y apellido, les digo con claridad: esto no es persecución, es la verdad saliendo a la luz. En Villa de Merlo ya no hay lugar para los privilegios disfrazados de causas nobles ni para quienes utilizan el ambientalismo como escudo para esconder sus propios intereses. La ciudadanía merece saber quién es quién. Y aunque a algunos les incomode, llegó el tiempo de hablar claro, de destapar las contradicciones y de defender la verdad, porque solo así se construye una comunidad justa, transparente y coherente con los valores que pregona.

 

Juan Alvarez Pinto, vecino de la Villa de Merlo.