Renca vivió con devoción y fervor su fiesta patronal

En una mañana soleada y con el cielo despejado, los creyentes católicos comenzaron a reunirse en la explanada de la parroquia de Renca para participar de la santa misa que comenzó pasadas las 10:30 y fue presidida por el obispo de San Luis, Gabriel Barba, quien fue el encargado de dar la bienvenida a todos los feligreses que se acercaron a la localidad para compartir el cierre de las celebraciones religiosas en honor al Cristo del Espino.

Como todos los años, el escenario principal se instaló al frente de la parroquia, una de las más antiguas de la provincia con 258 años de existencia.

Hasta este lugar llegaron los peregrinos —que desde el lunes recorren la localidad— para participar de las distintas actividades religiosas y que culminaron este miércoles con la misa y la procesión.

Barba destacó que en estas celebraciones, tanto en Renca como en Villa de la Quebrada, ya es una tradición que sea acompañada por los políticos y, destacó: “Este año los argentinos cumplimos 40 años de democracia, con el voto, libre, responsable y secreto”. Además, aprovechó ese momento para entregarles a los dirigentes la carta confeccionada en la 122ª Asamblea Plenaria de los obispos de Argentina: “A 40 años de la recuperación de la democracia renovamos la esperanza”.

En la ceremonia estuvieron los candidatos a gobernador Jorge “Gato” Fernández, Marcelo Amitrano, el intendente de Villa Mercedes Maximiliano Frontera, la jefa comunal de Renca, Romina Peralta, y la presidenta provisional del Senado María Angélica Torrontegui, entre otros.

A las 11:45 comenzó la tradicional procesión encabezada por la imagen de la Virgen María. Unos pasos más atrás, el Divino Señor de Renca, en los hombros de los portadores, comenzó a transitar las cuadras. A medida que pasaba, los feligreses levantaron sus pañuelos amarillos para saludarlo.