FE Y DEVOCIÓN POR SAN CAYETANO

FE Y DEVOCIÓN POR SAN CAYETANO

Con solo 10 grados de temperatura y con una llovizna intermitente, los mercedinos recurrieron a paraguas y mucho abrigo para no perderse la celebración de cada 7 de agosto.

Cientos de personas recorrieron los alrededores del templo ubicado en San Cayetano y Urquiza. El Obispo Gabriel Barba, el párroco Luis María Peralta y el intendente Maximiliano Frontera encabezaron la peregrinación.

Durante su homilía, Barba indicó que le piden a San Cayetano, "en este tiempo tan difícil que está viviendo nuestra Argentina, por la paz, la serenidad, por el trabajo, que podamos construir un país sólido, fraterno, donde todos tengamos lugar, donde nos podamos ganar el sustento con el sudor de la frente. El trabajo no es una maldición, es una bendición, con eso concretamos la obra de Dios”.

 Monseñor además indicó: “Estamos en un momento particularmente difícil, en el que las máquinas ocupan cada vez más los lugares de las personas. Pero los bienes que Dios ha creado alcanzan, es necesario hacer una justa distribución y que el eje esté puesto en la dignidad de cada persona. Debemos construir un mundo justo y solidario para que en ninguna mesa falte el pan”.